A la hora de empezar a tratar de definir lo que entendemos por novela picaresca ,un primer problema nos lleva al origen de la palabra pícaro. A día de hoy no se encuentra una definición uniforme sobre su orígen. Unos la hacen heredera de la voz latina «pica». Significaría esto miserable, pués los romanos vendian a los escalvos atandolos a una pica en el suelo. Otros la relacionan con la raíz «picus» que significaría abrirse el camino a golpes o esfuerzo y de ahí dereivaria la voz mendigo o desharrapado. Covarrubias encuentra su origen en la Picardía francesa pués muchos mendigos provenían de esta región.
Se cual sea el origen primigenio lo cierto es que el género de la novela picaresca alcanzó en España una gran difusión y perfeccionamiento avanzando más allá de la simple anécdota que busca la risa y se adentra en una crítica más profunda de la realidad española del momento.
El género literario que va a surgir a partir del «Lazarillo de Tormes», primera novela entendida como picaresca en España tendrá un proceso evolutivo que arranca en el pícaro que se protege a través de la bondad hasta el elemento que se convierte en un peligro para la sociedad y debe acabar en galeras.
Pero no debemos olvidar que el género picaresco es ante todo literatura y tratar de ver en él un tratado histórico o sociológico nos alejaría de su autentica realidad que debe ser situada dentro de la novela.
Por ello las diferentes clasificaciones que se han tratado de realizar sobre la novela picaresca han pecado en muchos casos de un sesgado análisis crítico que pretendía ver lugares comunes donde solo había coincidencias.Los criterios basados en aspectos moralizantes o en las carcaterizaciones del héroe han pecado de estas faltas señaladas.
Si bien hay un elemento común a lo largo del siglo de Oro y es la idea del pícaro como encarnación del antihéroe que posee las virtudes contrarias al santo o el héroe.
Esto se observa no solo en el Lazarillo novela fundacional del género sino en otras como «El Guzmán de Alfarache» o «El Buscón» de Quevedo donde se alcanzan momentos relacionados con lo que venimos diciendo.
En todas ellas se observan indudables trazos que la enmarcan en del género de la novela picaresca pero por contra se observan rasgos que las individualizan dentro de la historia de la Literatura. Observandose aspectos que no pueden ser empleados como generalidades de la sociedad española del siglo XVII. Este es el peligro al que los historiadores de esta época se enfrentan el tomar estas recreaciones como documentos fehacientes y absolutos sobre la vida en la España del XVII. Por ello hemos tratado de advertir como estos textos han de ser estudiados en su contexto individual ( año de publicación, autor, estilo) y posteriormente evaluarlos a la luz de la documentación conservada para lograr un acercamiento veraz y realista con la época histórica en que se enmarcan.
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